lunes, 18 de abril de 2011

Y surgió...

No fue ni premeditado ni a conciencia, simplemente surgió. Siempre pasa igual, en el momento menos esperado, sin aliciente de nada, y tú, en tu mundo al margen de todo.
Inconscientemente y como de la nada, surge. Así es el amor.
Es un sentimiento único, especial, incontrolable, y paradojicamente, indescriptible. Metafóricamente, esas mariposas en el estómago. Gramaticalmente, sustantivo abstracto. Pero al final es lo mismo, ese sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita el encuentro y unión con otra persona. Porque siempre se busca esa media naranja que nos complemente, y con la cuál, nos sintamos uno.
Y en definitiva ese es el amor, estructura circular en continuo movimiento, en la que siempre habrá un mismo principio y final.



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