Que
yo quiero un cielo que me tiña el día,
un
sol resplandeciente que se lleve estas penas mías.
Pues
dejaremos atrás aquellas nubes de antaño,
tras
descargar toda la ira y algún que otro engaño.
Para
así poder respirar ese aire puro que se nos brinda,
y podamos disfrutar de este día de guinda.

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